¿TE DUELE? CóMO HABLAR CON TU MéDICO SIENDO MUJER Y OBTENER EL TRATAMIENTO QUE NECESITAS

El tratamiento del dolor en mujeres a menudo se pasa por alto en entornos médicos, lo que puede conducir a una atención inadecuada y una mayor angustia para las pacientes. Según un reportaje del New York Times, las disparidades de género en la gestión del dolor son una realidad preocupante, con casos en los que las quejas de dolor de las mujeres son minimizadas o ignoradas por completo.

Esta falta de atención adecuada puede ser especialmente pronunciada durante procedimientos médicos, donde las mujeres pueden sentirse incomprendidas o desatendidas. Un ejemplo de esto es con aquellas mujeres que se someten al proceso de fecundación in vitro (FIV).

De acuerdo con The Retrievals, un podcast producido por Serial Productions y The New York Times, en uno de los casos presentados alrededor de 200 mujeres en una clínica de fertilidad de Yale fueron sometidas a extracciones de óvulos sin recibir suficiente analgesia debido a que una enfermera había estado robando fentanilo y lo reemplazaba por suero fisiológico.

Aunque las mujeres habían escuchado que el proceso sería complicado, muchas de ellas quedaron impactadas por lo doloroso que resultó: "Sentí cada momento. Estaba sudando profusamente y les pedía que detuvieran el proceso porque el dolor era insoportable". Sus casos son excepcionales, pero, la mala gestión del dolor por parte de los encargados de la atención médica es un problema común y generalizado.

¿Qué hacer en estos casos?

El artículo destaca la importancia de confiar en los instintos propios y expresar cualquier incomodidad o preocupación con los médicos. Los expertos consultados enfatizan que los signos vitales, como la frecuencia cardíaca y la presión arterial, pueden ser indicadores clave de que el dolor experimentado está fuera de lo común y merece una atención más seria.

Además, se recomienda hablar abiertamente sobre el dolor antes de someterse a cualquier procedimiento médico. Los pacientes deben sentirse capacitados para hacer preguntas sobre lo que pueden esperar durante y después del procedimiento, así como discutir opciones de tratamiento alternativas si sienten que sus preocupaciones no están siendo abordadas adecuadamente.

Otro aspecto importante resaltado en el artículo es la necesidad de comunicarse con honestidad sobre la experiencia del dolor. Se alienta a los pacientes a describir su dolor de manera precisa y sin reservas, sin temor al juicio o la vergüenza. Cada persona experimenta el dolor de manera diferente, y es fundamental que los médicos reconozcan y respondan a estas diferencias individuales.

¿Y si esto no funciona?

En casos donde los pacientes sienten que no están siendo escuchados, se recomienda buscar una segunda opinión médica. Los expertos sugieren expresar claramente cualquier preocupación sobre la falta de entendimiento con el médico actual y solicitar una consulta adicional con otro profesional de la salud. Además, se destaca la importancia de involucrar a familiares o amigos como apoyo durante estas interacciones médicas.

En resumen, el artículo del New York Times destaca la importancia de abordar el dolor en mujeres con seriedad y compasión. Se alienta a los pacientes a confiar en sus instintos, comunicarse abierta y honestamente con sus médicos, buscar una segunda opinión si es necesario y ser persistentes en la búsqueda de una atención adecuada para el dolor que experimentan.

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