CóMO SE CULTIVAN LOS BúLGAROS: APRENDE A ACTIVARLOS EN CASA FáCIL Y RáPIDO
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¿Has oído hablar de los búlgaros? Estos pequeños nódulos blancos, una comunidad de bacterias y levaduras lácticas, son la clave para elaborar tu propio yogur casero y disfrutar de sus numerosos beneficios para la salud. Si estás interesado en sumergirte en el mundo de la fermentación casera, sigue leyendo para descubrir cómo cultivar búlgaros en la comodidad de tu hogar.
Los búlgaros, al alimentarse de la lactosa presente en la leche, inician un proceso de fermentación que resulta en una bebida deliciosa conocida como kéfir.
A diferencia del yogur, el kéfir requiere un tiempo de fermentación más prolongado, de 14 a 19 horas, lo que le otorga una mayor cantidad de probióticos, fundamentales para fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la absorción de calcio y regular el tránsito intestinal.
¿Cómo cultivar búlgaros de leche en casa?
Contrario a la creencia popular, los búlgaros no pueden "hacerse" desde cero de manera segura. Sin embargo, es posible adquirir un cultivo de búlgaros en mercados locales, tiendas naturistas o comunidades en línea especializadas en la preservación de estos microorganismos.
Fermentar búlgaros de leche, también conocidos como "yogur búlgaro" o "kefir de leche", es un proceso similar al de fermentar búlgaros en agua, pero utilizando leche como medio de fermentación. Aquí te dejo los pasos básicos:
Preparación del cultivo inicial: Al igual que con los búlgaros de agua, necesitarás obtener búlgaros de buena calidad. Puedes conseguirlos de alguien que ya los cultive o comprarlos en tiendas especializadas. Asegúrate de que estén frescos y en buen estado.
Preparación del medio de fermentación: Para fermentar búlgaros de leche, necesitarás leche fresca. Puedes usar leche de vaca, cabra, oveja o incluso leche vegetal, como leche de coco o almendra. Asegúrate de que la leche sea sin pasteurizar o pasteurizada pero sin homogeneizar, ya que esto facilitará el proceso de fermentación. Si usas leche pasteurizada, asegúrate de que esté a temperatura ambiente.
Añadir los búlgaros a la leche: Coloca los búlgaros en un recipiente de vidrio limpio y luego vierte la leche sobre ellos. La proporción típica es de aproximadamente 1-2 cucharadas de búlgaros por cada litro de leche. Revuelve suavemente para distribuir los búlgaros en la leche.
Cubrir y dejar fermentar: Cubre el recipiente con una tapa suelta o un paño de cocina limpio y asegúralo con una banda elástica. Esto permitirá que el aire circule mientras evita la contaminación. Deja el recipiente en un lugar cálido y oscuro (aproximadamente 20-25°C) durante 12-24 horas para permitir que los búlgaros fermenten la leche. El tiempo de fermentación puede variar según tus preferencias de sabor y la temperatura ambiente.
Probar y ajustar el tiempo de fermentación: Después de 12 horas, prueba el yogur para ver si ha alcanzado el nivel deseado de fermentación. Debería tener un sabor ligeramente ácido y haberse vuelto más espeso. Si prefieres un sabor más ácido o una textura más espesa, puedes dejarlo fermentar por más tiempo, pero asegúrate de probarlo regularmente para evitar que se vuelva demasiado ácido.
Refrigerar y almacenar: Una vez que hayas alcanzado el nivel deseado de fermentación, retira los búlgaros de la leche utilizando un colador de plástico o acero inoxidable y guarda el yogur resultante en el refrigerador para detener el proceso de fermentación y mantener su frescura.
Reiniciar el proceso: Puedes utilizar los búlgaros nuevamente para fermentar otro lote de leche siguiendo los mismos pasos.
Recuerda que la fermentación es un proceso natural y puede variar ligeramente dependiendo de las condiciones ambientales y los ingredientes utilizados. Experimenta con diferentes tipos de leche y tiempos de fermentación para encontrar el sabor y la textura que más te gusten.
Cuidados y mantenimiento del cultivo
Para asegurar la salud de tus búlgaros y la calidad del kéfir que producen, es importante seguir algunas recomendaciones.
Cambia la leche cada 24 o 36 horas y evita que tengan contacto con utensilios de metal, ya que esto podría contaminar el cultivo.
Además, asegúrate de destapar el frasco al menos dos veces al día para permitir que los gases de la fermentación escapen y enjuaga los búlgaros con agua potable semanalmente.